Nuestro Centro participó en el III Torneo de Debate Educativo de Andalucía, con un equipo formado por Carlos Alcalá, Mª José López, Sara Araib y Claudia Villegas de 1º de bachillerato. En esta edición participaron 21 centros educativos de la provincia. El equipo de nuestro Centro llegó a cuartos de final y a pesar de no llegar a la final, la participación del grupo fue muy buena, resultando premiada doblemente nuestra alumna Claudia Villegas como mejor oradora y mejor lenguaje corporal.
El delegado territorial de Educación y Deporte en Almería, Antonio Jiménez, avisito a la inauguración de la fase provincial del III Torneo de Debate Educativo que dio comienzo con una recepción de los equipos y acto de apertura en el salón de actos del IES Al- Ándalus.
Con el torneo de debate se pretende que los estudiantes utilicen la expresión oral y el pensamiento crítico de cara, no solo a su futuro profesional, sino también para su formación integral como personas que conformarán una ciudadanía libre y crítica. El debate y su preparación es una herramienta para la vida por lo que se debe impulsar este tipo de ejercicios que están inspirados en el conocimiento, el respeto, la tolerancia, la inquietud intelectual y la capacidad de consenso.
El Torneo se concibe como un foro de discusión y diálogo que refuerza las actuaciones que se desarrollan en los centros educativos andaluces en torno al debate. Tiene fundamentalmente un carácter formativo, no competitivo, ya que la preparación para el debate hace necesario el ejercicio activo de la expresión y la comprensión, tanto oral como escrita, a la vez que desarrolla el pensamiento crítico, lo que ofrece a los docentes una herramienta de enorme utilidad para la formación integral del alumnado y para el desarrollo de los contenidos de cada materia.
Exponer ideas y debatir opiniones son rasgos de madurez que retratan las sociedades democráticamente avanzadas, por lo que conviene incluir en nuestro sistema educativo los principios y valores en que se sustentan no solo la convivencia, la participación, la libertad o la vitalidad social, sino también la capacidad emprendedora, además de poner en juego la competencia en comunicación lingüística, implica competencias sociales como asumir responsabilidades, fortalecer el juicio crítico o asimilar modelos de comportamiento democrático. En el contexto formal del aula, pero también en el lúdico, el alumnado que aprende a través de la metodología del debate tiene la ocasión de adquirir muchas de las competencias clave que son necesarias en todas las organizaciones sociales.