La distribución potencia frutas y hortalizas para seducir al cliente

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Las frutas y hortalizas continúan acaparando los principales esfuerzos de la distribución, en la medida en que se ha convertido en el principal reclamo para atraer clientes. Prácticamente en torno a esta sección se han redefinido ya los principales modelos comerciales. En todos ellos, frutas-hortalizas es el espacio protagonista en la tienda y al que se le dedica una mayor superficie, además de ser el eje vertebrador del resto de la zona de frescos (carnicería, pescadería y panadería). Se quiere imitar el aspecto de un mercado tradicional, ganando atractivo visual en cuanto a disposición y presentación del producto pero, sobre todo, sirviéndose de sus mismos valores en cuanto a calidad y frescura, así como de su cercanía y mimo en el trato personalizado.

Resulta paradógico, pero frutas y verduras es la sección que menos beneficio reporta a la distribución, en la medida en que no solo su margen comercial es muy ajustado, sino también porque el consumo general no crece al ritmo esperado. Aún con todo, sigue ganando cuota de mercado al canal especialista o tradicional y, en este sentido, las estrategias comerciales parecen cumplir los objetivos marcados. En la actualidad, el 60% de las compras de fruta y verdura se realizan en libreservicio, mientras que las tiendas tradicionales absorben el 40% restante, según Nielsen. Estaríamos hablando de un negocio que deja en la gran distribución 4.800 M€ en ventas, de los cuales los cinco grupos de cabeza (Mercadona, Carrefour, Eroski, Auchan y DIA) habrían generado más del 50%.

No debemos olvidar que frutas y hortalizas es, después del pescado, el producto más perecedero con el que se trabaja en una tienda y que una de las principales dificultades pasa por tener la sección siempre fresca. En este sentido, los operadores de la distribución siguen esforzándose por mejorar sus sistemas de aprovisionamiento y apuestan por seguir eliminando intermediarios en la cadena de suministro, lo que redunda en beneficio del productor y el consumidor. Al mismo tiempo, se observa un movimiento de la distribución hacia lo local, lo cual se apoya en las propias exigencias de un consumidor que prefiere productos regionales, locales o de proximidad y con valor añadido.

Fuente: Alimarket